jueves, 8 de marzo de 2007

convivencia

Hoy quiero compartir con vosotros una de mis experiencias en el día a día de mi piso.

Para empezar, tengo que poneros al día, sentar unas bases para que sepáis de qué hablo. Vivo en un piso con otros tres tíos. Dos de ellos son bien majos, el otro... bueno, el otro es un gilipollas. Pero, ¿cómo de gilipollas? Gilipollas-GILIPOLLAS.
¿Por qué?
1.- qué coño hace un tío de más de 30 años viviendo con tres que de media no superan los 25? jugar a supernanny?
2.- tras cambiar de trabajo (yo sigo creyendo que de circo), deja el nuevo puesto y no hace nada (excepto gastar dinero y jugar al san andreas) durante cinco meses.
3.- me odia. me odia porque un día discutimos por la limpieza del baño (lo compartimos). Domingo de resaca, los dos todo el dia tirados en el sofá. me llama Nuria (merece unos cuantos posts a parte... ya lo veréis) y voy a salir pitando. Me pilla por banda y me dice que no me voy hasta que limpie el baño, que llevo todo el día tocándome los mismísimos pendientes reales.
Coño! Hemos pasado el día entero juntos y no se le ocurre decirlo antes? capullo.
4.- No me habla. Como no nos llevamos bien, toma la decisión más adulta: dejar de hablarme. Ni en la calle.

Podría seguir poniendo datos de por qué es gilipollas (pero cómo de gilipollas? gilipollas-GILIPOLLAS), pero paso.

Bueno, volviendo de los cerros de úbeda, vuelvo al tema que tenía en mente...
un buen día, su superdotado cerebro descubre que es mejor dejarme el cubo y la fregona en mi cuarto en vez de decir "tío calentito, te toca limpiar el baño"
OS PARECE NORMAL!?!?!!?
para echarle de comer a parte...

1 comentario:

Anónimo dijo...

sorprendida me he quedado