Este sábado hicimos una fiesta en el piso. El cumpleaños de Gabriel fue hace poco y tocaba festejar su vigésimo séptimo aniversario. Tiqué estaba de nuestra parte y el Hombre del Saco se fue de fin de semana, dejándonos el piso para nosotros.
Las invitaciones fueron realizadas, enviadas y aceptadas. Una fiesta de disfraces cuya temática sería Parejas de Cine.
Bebida, hielos y algo de picoteo (los invitados se encargaron de esto último) y múscia cuestionable (vamos, música de Gabriel, que no entiende. Tampoco de música). Personajes pintorescos como el Granadero.
Bueno, la gente empezó a venir con sus disfraces, unos muy logrados, como los Addams (Miércoles y el niño, que no se como se llama) o las Increibles. Otros de dudosa calidad, como el mio y el de Sasha, que íbamos de Colega, ¿dónde está mi coche? (personalmente, me encanta, pero la gente no supo apreciar nuestro talento visionario en el mundo de la caracterización)
La noche transcurría agradablemente, entre risas, bromas, buen rollo y buena gente, que en el fondo es lo que somos. Hacia las doce y veinte o doce y media, llamaron a la puerta.
Abrió uno de los invitados y flipó como fliper porque los que llamaban iban muy bien disfrazados de municipales.
No era un disfraz, claro que no. Pidieron que los dueños o inquilinos salieran a hablar con ellos. Eso se refiere a Sasha, que estaba algo beodo gracias a las medicinas contra la tos y unas cuantas cervezas.
Los vecinos de abajo nos habían denunciado por ruido ¡ a las doce y media de la noche! increíble. El caso es que los muy (palabra obscena omitida por autocensura) les dijeron que estabamos de fiesta día sí- día también. No es la primera vez que nos denuncian por ruido y mienten, y eso sacó de quicio a Sasha, que comenzó a contarle al poli lo siguiente:
"Nos han denunciado hasta por hacer ruido cuando follamos, coño, y miranos joder, aquí no pillamos ninguno! Son ellos los que hacen ruido, que no es normal que un sábado a las seis de la mañana te despierten a gritos porque la niña de los cojones 'ñiiii ñiiiii ñiiiii', no quiere ir al pueblo, que se queda sin cobertura del móvil o no quiere comerse los cereales.
"...si hasta la policía les denunció a ellos por eso, que cualquier día se matan, todo el día a grito pelao..."
Y ya le quité la cerveza que tenía en la mano, porque os podéis imaginar el cuadro.. entonces gabriel entró en acción y se calmó un poco, y por fin se fueron. Yo creo que se fueron descojonaos y enternecidos por la dramática historia que contó Sasha sobre que no follamos... mucho.
lunes, 19 de marzo de 2007
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2 comentarios:
Bien merecido que os lo teneis por sinvergüenzas!
Y si llego a ser yo vuestra vecina llamo a un cura también para que os confiese
si ya nos confesamos al poli, qué podemos contar al cura?
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